Fué poco adecuado el momento para los dos.Era muy difícil para mí, todavía el aire de libertad estaba por saborear y las alas estaban sin cicatrizar. Tenia miedo a quererte, demasiado miedo, y nada de valor. La cobardía era mi comida y mi cena, y yo sola me daba grandes banquetes bebiendo silencios.
Tú tampoco decías nada, yo escuchaba mi silencio gritar, pero cerraba mi boca con medias verdades. Y eso que no hice, me presiona el pecho y no me deja olvidarte.
Cuando paso el tiempo intente hablarte, enlazarme contigo, pero esta vez no te soltaría. Pero supongo que tu ya no querías sufrir, no querías que te dañara de nuevo, y tu indiferencia me hizo heridas que no se ven, que duelen, por que están debajo la piel. Querría besarte y decirte todo aquello que jamás te dije, abrazarte y no soltarte más. Pero aprendí a dejarte ir, te fuiste, y te vas de nuevo. Ahora se quedarme y tapar mis heridas con pequeñas tiritas... Y ahora miénteme y dime que no me quieres, miéntete como haces siempre.
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