La suerte te mintió, te miro y se rió. Te rozo suavemente y huyo... Yo te llevo conmigo, la verdad es que ya casi no pesas, cada día un poco menos, ya no recuerdo que te llevo. Pero en ocasiones alguien te nombra sin razón y te vuelvo a notar, de repente pesas demasiado.
Pensé en regalarte, pero nadie te quiere, pensé en abandonarte, pero me gire y te recogí. No te necesito, pero todavía te llevo. Intente comprenderlo sin sucumbir pero no lo logre. Y recordé algo que me enseñaste, no pensar demasiado.... bebí mi tequila y esa noche te perdí...
1 comentario:
Gracias por dedicarme estas bonitas, aunque crueles, palabras. Sé que lo cruel no va por mí, sino que simplemente te lo he inspirado (o algo así). Ya te dedicaré algo yo también, cuando me venga la inspiración (es decir, cuando tenga mucho que estudiar). Sé que vas a estar en plan ermitaña esta semana, pero recuerda: para estudiar Prehistoria e Historia Antigua no hace falta meterse de lleno en la época (es decir, sin internet). Así que espero que sigas escribiendo en el blog y que me comentes en el mío. Por cierto, la idea de estar sin internet es mía, que lo hice en febrero y lo aprobé todo. Pero ahora no me decido a hacerlo...
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